martes, 26 de octubre de 2010

City Tip-off 2: La Bocca della Veritá

Visto el título del blog y puesto que es uno de mis lugares favoritos de la ciudad, no podía pasar otro día sin comentaros algunas cosillas sobre ésta estatua.

Lo único cierto de la Bocca della Veritá es que es un rostro masculino, que tiene una forma circular con un diámetro semejante al de una persona, que tiene alrededor de dos mil años de antigüedad y que se encuentra actualmente ubicada en Santa Maria in Cosmedi. Tras estos datos académicos, necesarios a la par que inocuos, os voy a comentar algunas de las múltiples historietas que la rodean, es decir, ahora viene lo divertido…

No se sabe si representa a Neptuno, a un oráculo o es un autorretrato. Se ignora su función y el objetivo de su realización o su utilidad. El autor es totalmente desconocido y es difícil de estimar la fecha de su realización.  Todo son incógnitas, lo cual hace crecer la rumorología, ya de por sí casi un deporte en Roma.

La leyenda nos cuenta una de esas parábolas para asustar a los niños y educarles mediante el miedo a lo ajeno y lo desconocido, se basa en que si un mentiroso mete la mano en el agujero de la boca, le será mordida por la estatua. Berlusconi y otros políticos creo que prefieren dar un rodeo antes que pasar siquiera por delante…

Se cuenta también, en relación con lo anterior, que servía de prueba hace siglos, para comprobar si una mujer le había sido infiel a su marido. Tiger Woods, Carlos de Inglaterra o Bill Clinton, entre muuuchos otros hombres y mujeres, famosos y no famosos, tampoco le tienen demasiado cariño a la boquita…

Para contar algo más alegre y que todos los lectores se tranquilicen, comentar que en nuestra época, uno de los motivos por los que es tan sumamente conocida (demasiado según me comentaba una romana el otro día, con cierta tristeza, echando en falta los días en los que no tenías que esperar media hora para hacerte una foto) es por la preciosa película “Vacaciones en Roma”, imprescindible para novatos en la ciudad y amantes del cine en blanco y negro, cuya escena en la Bocca es archiconocida, en la versión para coleccionista, que sólo nos compramos los frikis como un servidor, te explican como Gregory Peck tramó con el director William Wyller para gastarle una broma a la joven e inocente Audrey Hepburn (era su primera película con apenas 22 años). En la escena en cuestión, Peck y Hepburn llegan a la boca mientras él va contando la historia de lo que les sucede a los mentirosos si meten la mano, los dos están viviendo un día especial, haciéndose pasar por personas que no son y mintiéndose el uno al otro sobre ello; una vez que ella no se ha atrevido, Peck mete el brazo, se pone a gritar como si le hubiesen atrapado la mano, sacándolo sin ella, a este punto, Hepburn se pone a gritar y pone cara de pánico, hasta que él vuelve a sacar la mano que había escondido en la manga, mostrándole que era un truco y que le estaba tomando el pelo; toda esta escena es más graciosa aún cuando el actor y el director admiten que Hepburn ignoraba lo que iba a ocurrir (no estaba escrito en el guión), por lo que su cara de sorpresa y posterior alivio, son reales, y no fruto de una actuación. ¡Uno de esos momentos mágicos que te regala la historia del cine!

miércoles, 20 de octubre de 2010

EL MAGO DE LA LUZ

El domingo me levanté tarde y con resaca, no se deben perder las buenas costumbres. Después de cocinarme un plato de penne all’arrabbiata y una duchita para sacar al zombi que llevaba dentro, me puse en marcha para realizar una agradable tarde turismo.

Llegué en autobús hasta el Ponte Sant’Angelo, desenfundé mi cámara de fotos y empecé a hacerles fotos a todas las estatuas (cada una de ellas tiene en sus manos algún símbolo de la Pasión de Jesús) y acercándome hacia el Castel Sant’Angelo, me recordé que el Papa Clemente VII fue retenido en su interior durante el “Sacco di Roma” de 1527, una de las muchas historias de este monumento de casi dos mil años.


Tras la obligatoria foto en la Piazza Pia, con la Via della Conziliazione y la majestuosa cúpula de San Pedro de fondo. Me fui caminando hasta la Piazza Navona, al pasar por delante de “Il Baffetto”, la pizzería estrella de Roma en pizzas típicas locales y baratas, me escribí una nota mental… “hacer un Tip-off de los mejores sitios para comer bien y barato”.

Ya en la plaza, después de pasar por delante de la Fontana del Neptuno, rodeándola hasta situarme de tal manera que da la sensación que el dios del mar está clavándole el arpón a una de las ninfas, en vez de al pulpo (me gusta creer que aquí en Roma nada es casual, a saber con quien estaba peleado el escultor…); me quedé un rato observando la Fontana dei Quatro Fiumi y la Chiesa di Sant’Agnese in Agone, pero ya os hablaré otro día sobre las leyendas que se cuentan acerca de la enemistad entre Bernini y Borromini…


Para terminar el recorrido, me dirigí hacia el Panteón y, obviamente, tenía que hacer un alto en el camino para ver una de mis obras pictóricas favoritas (al nivel de “La balsa de Medusa” de Géricault, “El juicio final” de Miguel Ángel, o “El jardín de las delicias” de El Bosco), así pues, a medio camino entre dos de las maravillas de Roma, los franceses tienen “escondido” un tesoro, en San Luigi dei Francesi, en una pequeña capilla (la más cercana al altar a mano izquierda), con la obligación de rascarse un poco el bolsillo y pagar 50 céntimos para iluminarla, Caravaggio realizó dos preciosos cuadros y una obra maestra (por desgracia, quizás deba decir por fortuna, no todos los turistas la conocen) que sorprende al espectador por mucho que la visite, admito que nunca he estado menos de quince minutos observando, anonadado, la capacidad de Caravoggio para captar la luz y jugar con las sombras, “La vocación de San Mateo” tiene millones de detalles a destacar y analizar, pero eso se lo dejo a los guías y a las enciclopedias, yo sólo quería deciros donde esta y lo mucho que me gusta, para que penséis en mi cuando lo contempléis. Sin duda, visita obligada la próxima vez que vengáis a la ciudad eterna, prometo invitar a un gelato a aquél que me escriba diciéndome que le ha decepcionado.


Para coger el autobús de vuelta a casa, tenía que dirigirme hacia Lago di Torre Argentina, al pasar por delante del elefante, que porta un obelisco, de Piazza della Minerva, más conocido como “el Elefantino”, no me pude resistir a sacarle un par de fotos, era una preciosa imagen al anochecer, iluminado por luces en el suelo y creando una atmósfera de fantasía, es uno de esos puntos, tan abundantes por aquí, en los que el paganismo se entremezcla y sobrevive a la religión, se supone que el elefante simboliza la fortaleza mental base del conocimiento, y la propia iglesia de la plaza se construyó sobre un antiguo templo de Minerva, de ahí su nombre, Chiesa di Santa Maria sopra Minerva, se exprimían mucho los sesos para ponerle nombre a las iglesias… Aunque también es razonable que la originalidad se acabase pronto cuando existen 900 iglesias a las que nombrar a lo largo de la ciudad…


Ya sentado en el autobús, revisando las fotos, sonreí una vez más, para un loco por el arte y su historia como yo, una tarde así es algo único, hay personas que no ven en toda su vida tantas maravillas como las que yo había visto en unas pocas horas. Cierto es, que hablaré de las fiestas y otros menesteres más adelante, que me lo estoy pasando en grande disfrutando de la noche romana es algo que se me presupone, pero en cualquier lugar hubiera salido de fiesta y conocido a tanta gente como la que estoy conociendo aquí. Y sólo Roma puede ofrecer experiencias como la que os he relatado hoy.


viernes, 15 de octubre de 2010

City Tip-off 1: Nasoni

En Roma, cualquier caminante medianamente observador descubrirá unas pequeñas fuentecillas, no tienen más de 1 metro de alto, son lo que los romanos han denominado “Nasone”, algo así como “narizota”. Los puedes encontrar a cientos por la ciudad, de cualquier color, más o menos cuidados y elaborados.

Su función es dar de beber desde hace siglos a los viandantes. El agua de Roma tiene un poco de saborcillo al principio, pero está buena, y tiene la increíble ventaja de estar fresquita todo el año.

No tendrían nada de especial, ya que en muchos lugares del mundo existen fuentes en las calles en las que la gente se puede parar a beber. Lo divertido del “Nasone” es que el agua fluye de forma continua, y si uno desea beber, debe taponar la salida de agua y beber del chorrito, que sale de un pequeño orificio, que se encuentra en mitad de la “nariz”, es una forma simpática y divertida de tomar un trago de agua.


“Bebiamoci un po’ di aqua in questo nasone!!”

City Tip-off 0: Introducción

Ya que el objetivo de este blog es conseguir enamoraros de la ciudad, iré colgando diversas entradas con datos, anécdotas, chismes, rumores, historias (más o menos verídicas), bulos, curiosidades...

Algunos los podréis encontrar en enciclopedias o guías, quizás con otra perspectiva, o incluso contando otra cosa totalmente diferente a la que yo relate, pero así es Roma... Miles de años de vida apasionante han conseguido que la ciudad no tenga una Historia, sino que surjan numerosas historietas sobre un mismo acontecimiento o personaje.

Con estos "City Tips-off" no pretendo aburrir al personal recontando las mismas cosas que todos, más o menos, conocemos, sino comentar ciertos matices que se me vayan ocurriendo, que creo que le pueden resultar curiosas y simpáticas a cualquier lector. Pero, repito, son mis propios comentarios, obtenidos mediante la adaptación de lo leído en algún libro o guía, reproduciendo lo que otros me han contado en algún paseito por la ciudad, o plasmando directamente algún suceso que he vivido.

¡Espero que os guste!

jueves, 7 de octubre de 2010

CHE BEL GIORNO A ROMA!!!!

Existen lugares maravillosos y momentos inolvidables, pero cuando se tiene la suerte de estar presente donde y cuando la vida une estos dos elementos, el resultado se queda guardado para siempre en la memoria.

Ayer, 6 de Octubre de 2010, en Roma, fue un día "INDIMENTICABILE", por mucho que me esfuerce, no voy a ser capaz de compartir con vosotros la atmósfera que respiraba la ciudad eterna, aún así me voy a esforzar al máximo, para permitiros imaginarlo y disfrutar con todo lo que me pasó ayer.

Para comenzar bien el relato, empezaré diciendo que tenía el día libre para poder hacer papeleos burocráticos (tan famosos en Italia como sus pizzas). Me desperté tranquilamente al mediodía, las prisas no son buenas, abrí la persiana, y tras breves segundos de ceguera, no me quedó más remedio que devolverle la sonrisa al sol, allí estaba, en todo lo alto, imponente y solitario, sin ninguna nube que le robase protagonismo, regalaba a la ciudad una luz y un calor, tan agradables como las increíbles vistas de un cielo totalmente "azurro". Ya no tenía escapatoria, el buen humor se había apoderado de mí. Me duché mientras cantaba a viva voz "Azzurro", de Adriano Celentano y "O sole mio", siempre la versión de Pavarotti con Brian Adams. ¡O sole mio! ¡O sole mio!

Che bel giorno a Roma!!!

Salí de casa canturreando y esperé 30 min al autobús, más 45 min en recorrerme la ciudad por culpa del tráfico romano, pero en días como ayer, incluso estas cosas tienen su encanto. Ver las maniobras, arriesgadas, por poner un adjetivo delicado, de los coches, y sobretodo de las motos, mientras que el autobús de 12 metros se va abriendo paso a través de todo el Lungotevere, es un caos impactante y muy difícil de igualar. Mi destino era ver un piso (un estudio para ser más precisos) en Testaccio, lejos del trabajo, pero cerca de la fiesta. La dueña de la casa es un encanto y el estudio es muy cuco, tiene muchas posibilidades de ser mi futura casa...  Ya colgaré fotos si al final lo alquilo.

Desde Piramide, el piso está a 2 minutos de la propia pirámide, me fui otra vez en autobús hasta la altura de la Isola Tibernina y crucé el Tiber a través de la isla, ¡otro precioso pedacito de Roma! Por fin llegue al Trastevere. En este momento yo ya estaba extasiado, caminando bajo el solitario sol y rodeado de una diversidad de turistas y personajes autóctonos, siempre me ha gustado observar la cara de los turistas cuando pasean por Roma, una mezcla entre asombro e incredulidad, que imagino que será también la mía cada vez que descubro algún rincón romano. El día no paraba de mejorar. Y para aderezarlo, el toque especial italiano... esas miradas de las italianas que me vuelven loco... ese "sguardo" que sólo una italiana sabe regalar, esa miscelánea única de desprecio, superioridad y atracción, que a un servidor, sinceramente "mi fa impazzire".

Che bel giorno a Roma!!!

Caminando un rato por el barrio y maravillándome al comprobar el increíble ambiente que tiene la zona un día entre semana al mediodía, la Piazza di Santa Maria in Trastevere estaba llena de turistas comiendo en los restaurantes y descansando alrededor de la fuente, y algunos vecinos del barrio paseaban ajenos a los turistas o se bebían un cappuccino en algún bar más tranquilo. Tras el paseíto, me fui a visitar otro piso, en la Via della Scala, una de las calles más animadas de la ciudad, en el centro de todo el jaleo (sería como vivir en el corazón de La Latina o Las Ramblas, para mis compatriotas, o para los más internacionales Montmartre, Soho o Warschauer Straße), un piso viejo, pero con mucho encanto. Salí con aún más dudas porque todos los pisos que estaba viendo estaban resultando ser increíbles. Con la emoción me había entrado hambre, quizás también porque eran las 16:20, convencí a una camarera muy guapa en un barecillo súper romano para que me diera el menu del día, y disfruté de otra de las fantásticas cosas italianas, su cocina; brocheta de tomate con basílico, lasaña, saltimbocca con ensalada y panacota con chocolate, por tan sólo 10 €, mi cara de satisfacción al salir del restaurante, no tiene precio (tengo la tarjeta del sitio, estoy recolectando tarjetas de sitios guays para irlos comentando a lo largo del año por aquí o por si alguien quiere que le indique sitios buenos y baratos).

Che bel giorna a Roma!!!

Con el estómago lleno, el corazón repleto de alegría y una gran sonrisa, me encaminé hacia Campo di Fiori, para ver si mi día era completo... Y efectivamente, lo que bien empieza, acaba de forma escandalosamente buena. Obviamente iba sin mapa (es una de mis reglas en Roma, ¡nada de mapas!), y sin querer aparecí en la mejor entrada posible a la plaza, justo enfrente del restaurante La Carbonara, con la fuente en primer plano y toda la fachada rosa del restaurante y todos los puestos de flores al fondo. Me dieron ganas de bañarme en la fuente gritando lo feliz que era, pero no era la Fontana di Trevi, yo no soy Anika Erberg, y no creo que mi versión de la "Dolce Vita" de Fellini les hubiese gustado demasiado a los ya de por sí amables carabinieri...

Una vez que auto-aborté en mi cabeza la idea del baño, pensé un poco que podría hacer para ponerle un broche final a la jornada, ¡siempre con la obligación de estar a la altura de igualar lo acontecido en las horas precedentes! Mientras meditaba, me vino un agradable perfume, que me condujo a la solución a mi problema... ¡¡VOY A COMPRAR UN GIRASOL!!

Che bel giorno a Roma!!!

Llegue a casa, puse mi estupendo nuevo girasol mirando hacia el oeste para despedirse del astro rey, que había cumplido más que de sobra por un día, eran casi las 7, y me acordé del gran Sabina... peor para el sol, hoy he contado lo mucho que me ha ayudado a pasar un "bel giorno a Roma", pero mañana le levantaré la falda a la Luna sin su compañía.



DE MADRID AL CIELO

Lo admito, tengo suerte. Es más, soy una persona afortunada. No significa que me vaya encontrando billetes de 50 € o que gane a la ruleta (que a veces también me pasa), sino que, en los momentos más importantes de mi vida, la fortuna me sonríe. En mi defensa diré, que la suerte es compañera de los valientes y los audaces, y mi filosofía de vida siempre se ha basado en la máxima de que sin riesgo no hay gloria. Si estás parado y la vida te da un empujón, te caes; si estás dando un paso al frente y te ayuda una ráfaga de buena suerte, andarás más veloz.

Soy Madrileño, con mayúsculas, es decir, de los amantes de Madrid, no siempre somos gatos, pero amamos la ciudad con mayor ilusión, quizás algún día hablaré también de mi ciudad en algún otro blog... Ahora estoy aquí porque acabo de llegar a mi segunda ciudad favorita, Roma "la citta eterna", la única ciudad que podría llegar a competir con Madrid en mi corazón, la única ciudad en la que me pararía entre Madrid y el Cielo, la ciudad única que me enamoró desde la primera obra de arte que me encontré o la primera moto que casi me atropelló. Es una pasión que dura ya cerca de diez años, y que crece como consecuencia de que es siempre correspondida con sorpresas y regalos que no dejan de emocionarme.

Todas las palabras que broten de este blog tendrán como objetivo único transmitir esta pasión a través de las diversas historietas y peripecias que me vayan ocurriendo a lo largo de este año. Incluiré también mis aventuras en los múltiples y diversos viajes que espero realizar.  ¡¡ESPERO QUE OS GUSTE!!