martes, 14 de febrero de 2012

City Tip-off 5: Candados Enamorados



 El Amor es un concepto extraño, tratado con reverencia por artistas y filósofos, y muchas veces maltratado por los enamorados. Es algo etéreo que no encuentra dos afecciones idénticas en cada una de las 7.000 millones de almas que pueblan este diminuto planeta. Cuando no lo tenemos, lo buscamos; cuando lo encontramos, lo protegemos; y si lo perdemos, lloramos.


Os obvio que el hecho de estar enamorados nos lleva a hacer locuras y tonterías, ¿¡¿pero qué sería de la vida sin ellas?!? Ningún otro sentimiento es capaz de sacar tanto de nosotros mismos y a la vez hacernos sentir tan indefensos.

Todos tenemos una ciudad a la cual le atribuimos el privilegio de ser “la más romántica”, bien sea por su belleza y encanto, o por los recuerdos que nos trae a la memoria… Respetando la opinión y la sensibilidad de todo el mundo, sin caer en mi experiencia personal y subjetiva, creo que sin duda alguna, Roma es la Ciudad Más Romántica del Mundo, estos son los datos objetivos en los que baso tan rotunda afirmación…

Roma es de una belleza inigualable desde antes que ninguna otra ciudad, guarda en sus calles historias que han sobrevivido esculpidas en piedra como en ningún otro lugar, además de guardar miles de rincones fascinantes en los que la fantasía brota a cada instante. ¡Qué decir de la Fontana di Trevi, Il Colosseo, Il Giardino degli Aranci… y tantos y tantos lugares mágicos que esconde la ciudad!

Roma es la cuna semántica de todo este sentimiento afectivo… Romántico, Romanticismo,  Romance.

¡¡¡Y no hay que darle más vueltas!!!  ¡¡¡RomA es AmoR!!!

Pues bien, uno de los puntos de referencia para demostrar nuestro afecto por esa persona a la que queremos, fue puesta de moda por Federico Moccia en su libro “Ho voglia di te” (segunda parte del también exitoso “Tre metri sopra il cielo”), este lugar no es otro que el Ponte Milvio,  un pequeño puente sobre el Tevere, situado en el barrio de Parioli (cerca del Estadio Olímpico), en el norte de la ciudad. Es sin duda un lugar casi obligado para los enamorados, algo alejado del centro y por ello desconocido para muchos turistas, pero que recibe múltiples visitas de los romanos que quieres sellar su amore eterno poniendo su candado y tirando la llave al río, con ello su amor será, como le dice Step a Gin… “Per sempre”.


   


viernes, 10 de febrero de 2012

RITORNO ALLA MEMORIA




Esto no podía quedar así, por eso he decidido continuar con el blog y escribir desde la memoria, cambiando el formato de “Diario de abordo” por otro enfoque más semejante a “Mis Memorias”, creo que puede ser interesante el hecho de contar lo que me ha ido aconteciendo durante el pasado año, con la perspectiva del tiempo y el filtro de la memoria.

Decía al final de mi anterior entrada que la próxima llegaría pronto, 365 días después, aquí estoy de nuevo… ¡Tempus Fugit que se le va a hacer!

El 2011 empezó con frío, pero el calor de las luces navideñas duró hasta mediados de Enero. El árbol de Piazza Venezia era espectacular, con su pesebre a los pies y el Vittoriano de fondo. Cada vez que pasaba por delante era como ver un super christma gigante.

Las calles con adornos navideños son siempre más bonitas, por lo que Roma de noche, iluminada por miles de lucecitas de colores, es bella bella bella!!! No es de extrañar que sea uno de los destinos favoritos de tanta gente para pasar estas fechas, a pesar del frío las calles eran mareas de gente caminando mientras que compraba e iba de un lado envuelta en la magia que envolvía la ciudad.

Luchando contra el frío y de la lluvia, empecé el año con fuerza y descubriendo aún más la noche romana, que aunque jamás alcanzará la night life madrileña, hay que decir que gracias a la gran cantidad de turistas y habitantes temporales que tiene la ciudad, el ambiente nocturno no está nada mal.

Tengo pensado hacer un City Tip acerca de las zonas para salir y el encanto de Roma de noche. Ahora sólo comentaré que fue en este periodo del año cuando se empezó a fraguar la “Strada Alcoolica”.

Lo más destacado de los 40 primeros días del año fue sin duda ver la XLV Super Bowl en mi pub irlandés favorito, muy bien rodeado de algún centenar de americanos cheering como locos y bebiendo cerveza durante 5 horas. Aunque ganaron los Green Bay Packers y a mi me gustaban más los Pittsbugh Steelers, al final del partido (5 am) salimos todos entre risas, ante la atenta mirada de los queridos carabinieri, sorprendidos de ver salir a tanta gente de un bar un Domingo a esas horas.

Bueno, lo dicho… ¡Qué estoy de vuelta! No “Ritorno ad Amare” como dijo Biagio Antonacci, pero Ritorno alla Memoria per Scrivere.